Viendo las fotos que he elegido para ilustrar esta entrada del blog, podrías pensar que el consejo tiene que ver con atender a cursos o con conocer la tecnología habitual. Son buenos consejos también, pero no son el primero y más importante que te doy.
El primer y mejor consejo que te puedo dar si quieres crecer en el mundo del pitching es:
Aprende inglés.
No como un nativo, pero lo suficiente para entenderlo y hacerte entender. Y luego seguir trabajando desde ahí.
Si hablas inglés tus posibilidades como cineasta se amplían exponencialmente. Para empezar, el acceso a muchísimos más libros, revistas, webs, cursos, concursos, guiones, charlas, conferencias, master classes... Pero también a entornos y gente que te pueden aportar o ayudar inmensamente, y los que que no tendrás acceso sin el inglés.
Solo por el listado de residencias para cineastas en Europa y Estados Unidos ya merece la pena ponerse a estudiarlo.
Por supuesto, si hablas algún otro idioma, pues mejor. Pero por mi experiencia, que es la base de estos consejos, con el inglés ya puedes dar un paso de gigante en tu experiencia como cineasta. Todos los demás idiomas suman. De hecho, la mayoría de los cineastas a los que enseño en foros internacionales, hablan al menos tres idiomas. Y eso, lo quieras o no, les da ventaja.
Y en el mundo del pitching en concreto, por supuesto. El número de lugares donde puedes presentar tu idea o tu proyecto se hace muchísimo mayor. Con lo que eso implica como oportunidad de conseguir ayuda o conocer a gente que te enriquezca a todos los niveles.
Ya sé que suena un poco ajeno. Y difícil. Y que parece que da pereza. A lo mejor parece inútil, sobre todo si tu proyecto es sobre un pueblo en España, con una productora española, y es para Antena 3. Pero yo estoy hablando del medio y largo plazo. De avituallamiento para esta maratón que es ser cineasta. De crecer y ampliar posibilidades.
Comparto con vosotr@s lo que me dijo mi profesor de dirección en la escuela de cine en Nueva York (a la que pude ir, entre otras cosas, porque hablaba inglés) cuando ya me puse muy pesado con la matraca de que para él era muy fácil hablar desde EE.UU., pero que en España era todo muy difícil. Se puso muy serio y me hizo una pregunta que me cambió la perspectiva:
¿Pero tú eres un director de cine español o eres un director de cine?