¿Es el carisma importante a la hora de hacer un pitch?
Sí. Por supuesto.
En cualquier situación de marketing, y un pitching lo es, como ya hemos visto, el carisma siempre juega a tu favor... en principio.
El carisma es esa cualidad de las personas que hace que nos caigan bien enseguida. Que confiemos en esa persona. Y eso es una cualidad muy útil para toda situación en la que debamos interactuar con otras personas, sobre todo si les vamos a pedir algo. Y eso es lo que es un pitch, como también hemos visto en el curso y en el blog.
Si lo tienes, úsalo, por supuesto. No todo el mundo lo tiene, así que si eres de los que lo tiene, no lo desaproveches. Pero si vas a hacer un pitch y no tienes (o crees que no tienes) carisma, no te preocupes. Ahí está la otra cara del carisma en el pitch.
El carisma lo tiene mucha gente que hace pitching y que son unas personas estupendas, pero también es una cualidad de los timadores, los vendedores de coches usados y los psicópatas.
El pitch no se trata de convencer a nadie de nada, ni de engañar a nadie para que te compre nada, ni de seducir a nadie. El pitch se trata de dar a conocer un producto a alguien que tiene recursos que te pueden ayudar a llevarlo a cabo y que espera algo a cambio de ese recurso, un retorno a su inversión, ya sea dinero, prestigio, catálogo o lo que cada uno quiera.
Desde ese punto de vista, el carisma sólo te lleva hasta cierto punto, y bastante rápido. Luego si no hay nada detrás, juega en tu contra, te sale el tiro por la culata. De hecho, si solo hay carisma, caes enseguida, y caes desde tan alto como te haya llevado ese carisma.
El carisma entonces se confunde con "entitlement", como que se tiene derecho a todo porque sí, o con ego y produce rechazo.
¿Entonces el carisma sólo es guay si tienes un proyecto sólido y apetecible detrás?
Pues sí, básicamente. En el mundo del pitching sí.
¿Entonces el que tenga carisma y un proyecto sólido y apetecible se va a llevar siempre el gato al agua?
Pues sí, básicamente. En el mundo del pitching sí.
Pero lo bueno es que si tienes un proyecto sólido y apetecible y no tienes carisma, te vas a llevar tú el gato al agua sobre alguien que tenga carisma y nada más.
Y el problema del carisma es, que como siempre te hace el camino más fácil de A a B, te confías, y bajas la guardia en los siguientes pasos, de B a C, de C a D y los sucesivos, donde lo importante es ya qué proyecto traes, qué te distingue, que aportas y qué pides.
El carisma se puede trabajar bastante. Pero lo que se puede trabajar aún más es el guión, el proyecto y el pitch. Se debe trabajar sobre todo en qué hace único a tu proyecto y en tu credibilidad.
Hasta el punto de no necesitar carisma ninguno. Y en ese punto, quizá porque yo no lo tengo o siento que no lo tengo, que le den por el saco al carisma.